La declaración de la Cárcel Provincial de Málaga como «lugar de memoria» olvida a los 270 fusilados a manos del bando republicano entre los cuales hubo niños, mujeres y sacerdotes

La Cárcel Provincial de Málaga actualmente es recordada únicamente por los presos del bando republicano que fueron encarcelados y muchos de los cuales fusilados a manos del Bando Nacional:

La antigua Prisión Provincial de Málaga representa uno de los principales espacios de represión vinculados a la provincia malagueña, sobre todo a partir de febrero de 1937, fecha en que las masivas detenciones provocaron que aquella moderna cárcel se convirtiera en un verdadero infierno para las víctimas republicanas.

Sin embargo, el homenaje y recuerdo a quienes perdieron su vida en dicha prisión ha dejado en el olvido a los centenares de personas que al estallar la guerra civil en julio de 1936 fueron encarceladas por no compartir la deriva de revolucionaria y violenta de las izquierdas que tenía como objetivo de llevar al país a una dictadura comunista.

Concretamente el historiador don Antonio Nadal cifra en 270 personas fusiladas de la Cárcel Provincial de Málaga, entre ellos muchas mujeres, niños y sacerdotes, como venganza por los bombardeos de Málaga por la aviación del bando nacional (página 171 de su libro). D. Antonio Nadal se refiere a 5 sacas de presos para fusilarlos durante los días 22 y 30 de agosto, y 20, 21 y 24 de septiembre.

Además, don Antonio Nadal da una relación de los nombres de las personas fusiladas por el bando frente popular entre los cuales describe en primer lugar en los primeros fusilamientos del 22 de agosto una niña de siete años y una gran cantidad de mujeres y niños.

Estos crímenes de la Cárcel Provincial de Málaga se enmarcan en los siete primeros meses de Guerra Civil en la ciudad que padeció una terrible represión a manos de las izquierdas. Concretamente 1100 personas fueron asesinadas en la ciudad de Málaga a manos de las izquierdas y un total de 2.306 en toda la provincia en los 7 meses de dominio izquierdista frente a las alrededor de 5000 personas que murieron a manos del bando nacional en los dos años restantes de guerra civil.

Quienes murieron por sus ideas, cualquiera que sean y especialmente quienes no tenían militancia política como eran niños, mujeres, ancianos y sacerdotes, merecen todos los homenajes y recuerdos, tal y como se deduce del artículo 2 de la Ley de Memoria Histórica de Andalucía que establece los principios de “verdad, justicia, reparación, concordia, convivencia, pluralismo político, defensa de los derechos humanos, cultura de paz e igualdad de hombres y mujeres.” 

Sin embargo, el acuerdo de 27 de diciembre de 2013 de la Junta de Andalucía que declara como “lugar de memoria” a la antigua cárcel provincial de Málaga incumple de forma clara los principios de la Ley, además del artículo 14 de la Constitución sobre la igualdad de todos los españoles, al ignorar a las víctimas del bando republicano, centenares de encarcelados y 270 fusilados, entre las cuales hubo mujeres, niños y sacerdotes, que merecen el mismo respeto, homenaje y recuerdo que las víctimas de bando nacional, las únicas recordadas en el citado acuerdo.

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